Uno de los pilares fundamentales de nuestra escuela son las orquestas. Consideramos que la mejor manera de que los alumnos se motiven, disfruten, se expresen, evolucionen y se diviertan es perteneciendo a una orquesta, por eso desde el comienzo de su formación les enseñamos a tocar en grupo formando pequeñas orquestas adecuadas a su nivel de conocimientos.
La práctica en orquesta desarrolla una actitud de trabajo en equipo que enseña a perseguir objetivos comunes, a colaborar con el compañero para lograr un resultado que satisfaga a ambos y a terceros, así como a responder a la autoridad de un guía que dirige el proceso creativo.
Sin lugar a dudas, todos son beneficios al tocar en una orquesta. Erróneamente se cree que estudiar o tocar música es una actividad puramente recreativa, desprovista de disciplina, metodología y exigencia pero en realidad es más bien todo lo contrario. No se puede tocar bien sin un estudio disciplinado. En este proceso, se incorpora el concepto de auto exigencia y la persecución de resultados de calidad. Numerosos estudios han demostrado estadísticamente que la mayoría de los alumnos que estudian un instrumento musical mejoran su rendimiento escolar.